Ayer asistí a un concierto de Deolinda en el Círculo de Bellas Artes, un grupo portugués que partiendo de las músicas tradicionales portuguesas, crea una música llena de color y energía.
La cantante merece mención aparte, toda una actriz, transmite una alegría y fuerza enorme, todo lo contrario de lo que estamos acostumbrados a esperar del fado portugués.
Una pena no saber portugués para sacarle todo el jugo a sus canciones.